jueves, 8 de octubre de 2009

Victor - La operación

Hola, buenos días. Hoy quería comentaros cómo fue mi operación, por si alguien lo encuentra de interés.

Antes de nada, el tiempo que estuve de baja me dediqué a, entre otras cosas, hacer un montón de ejercicio, ya que los sucesivos tratamientos con cortisona me habían hecho perder mi estilizada línea (ejem). Me levantaba tempranito, cogía la bici con la que iba al gimnasio a ritmo de contrarreloj (20 mins, porque daba un rodeo, en realidad está a 5 mins de mi casa). Me estaba en el gimnasio una horita y cuarto y volvía a mi casa otros 20 mins a ritmo de contrarreloj con la bici. Ya en casa, me iba un ratín a hacer unos largos a la piscina.

¿Por qué os cuento esto? Pues porque la operación es muy normalita pero estoy convencido de que el hecho de estar en buena forma derivó en una recuperación más rápida.

Y pasamos a la operación: te tienen que rapar la zona del orejo, por lo que, por facilitarles la labor, decidí decirle adios a mi coleta y me pasé la máquina dejándome el pelo al 2. Tutxi, tú no te rapes pero a los hombres sí les recomiendo raparse antes y otra vez cuando os quiten los puntos para igualar. Bien, yo ingresé en el hospital el mismo día de la operación. Me metieron en quirófano a las 12:30 de la mañana aproximadamente. En el quirófano un señor muy majete me puso la anestesia y recuerdo poco más. Recuerdo la cara de bonachón de mi médico haciéndome el gesto de que todo había ido perfecto.

Te despiertas muy atontado, pero no eres capaz de mantener los ojos abiertos mucho tiempo. El oido te duele un poco como si tuvieras una otitis. Nada que no se pueda aguantar perfectamente. A mi me sentó como el c... la anestesia y me pasé toda la tarde vomitando (pasa en un 30% de la gente que se somete a anestesia general). Eso fue lo más desagradable. Si os pasa, orinar todo lo que podais, acelera su eliminación.

Te ponen un vendaje en el mendrugo que aprieta bastante, tratando de mantener el orejo pegado a la cabeza. Obviamente no te debes de apoyar sobre el lado operado.

Al día siguiente ya me encontraba mucho mejor, algo débil, pero mejor. Me dieron el alta y a casita. Fui andando sin problemas hasta el coche. Obviamente, no conduje.

Dolores pasado el primer día no tienes, yo lo llamaría más bien molestias y que duermes mal, al no poder moverte como siempre, ni apoyarte en el lado operado. Lo peor es el vendaje porque te deja la oreja completamente entumecida. Afortunadamente, a mi me lo quitaron a los dos días. No os podeis imaginar el alivio que sentí. Aún así, la oreja seguirá entumecida unos días.

La cicatriz. Es bastante larga y da un poco de miedito por los puntos, son como de boxeador. Pero luego se queda en nada y, con el pelo, no se ve. Al quitarte los puntos a mi no me dolió nada. Me los quitaron a los cinco días. Y volví a la bici+gimnasio+piscina.

Según pasan los días vas durmiendo mejor, todo va cicatrizando y tu oreja recupera su sensibilidad.

Para terminar, el gusto en el lado operado lo pierdes, pero lo recuperas gradualmente. De hecho, aún no lo he recuperado del todo, pero le falta poco.

En resumidas cuentas, que ojalá todas las operaciones tuvieran tan pocos inconvenientes como esta. Y creo que no se me olvida nada.

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