miércoles, 26 de junio de 2013

Cocleación de Gabino

Hola, soy Gabino:
Tal y como convine con el Comentaka Ángel voy a aportar un granito de arena narrando mis experiencias en esto del implante, el cual me fue realizado el pasado día 19 en el HUCA de Oviedo. Actualmente estoy a la espera de que me quiten los puntos y que me lo activen el próximo día 18 de Julio. Para esa fecha ya os contaré qué se siente, sobre todo para sacar de dudas a los indecisos que no se atreven a dar este paso.
Voy a dejar de lado cómo fue el proceso progresivo de mi pérdida de audición, y centrarme a partir del día que mi otorrino me mandó al Departamento de Hipoacusia Infantil para hacerme unas pruebas a ver si era candidato al implante, en vista que seguía perdiendo audición en el oído "sano". Como si tratara de un examen cualquiera las "preguntas fáciles" las resolví al instante pero según fueron subiendo de nivel (cuando dejé de tener acceso a la lectura labial) la cosa fue menos optimista: sólo obtuve un 47% de aciertos. Allí la doctora que me atendió ya me puso en contacto con un implantado (Manuel) al cual le tengo mucho que agradecer pues tras el intercambio de correos disipó la mayoría de las dudas que pudiera tener.[leer más...]

Esto fue en el mes de Noviembre del pasado año y en vista de los resultados mi otorrino me propuso hacer el implante. No tuve ninguna duda (quedó un poco sorprendido de mi instantánea decisión) ya que poco tenía que perder pues su proposición fue la de intervenir en el oído "malo" (por el cual no oía nada). Aquel mismo día ya empecé a firmar los papeles donde das tú consentimiento a la operación, advirtiéndote del riesgo que se corre al ser una intervención de "cirugía mayor" (puede "acojonar" un poco el enterarse de los riesgos a los que vas a estar expuesto, pero también es cierto que accidentes de tráfico los hay todos los días y nadie deja el coche en casa)
A continuación vinieron las citaciones para hacer un Scanner (para ver cómo está "la cabeza por dentro") análisis de sangre, electros y la visita al anestesista; lo que ellos llaman "preoperatorio". Con todos estos trámites cumplidos la intervención parecía inminente, pero una prolongada huelga médica lo retrasó hasta la fecha actual. No me vino mal la espera porque en ese impasse tuve la oportunidad de asistir a una reunión informativa de candidatos al implante donde conocí en persona a Manuel y a Ángel, del cual ya tenía noticias por compartir a un amigo común, y ya había visto sus comentarios en este foro, pues hace tiempo que lo sigo. Esto fue en el mes de marzo y desde entonces estuve en vilo, a la espera de la citación para la intervención
El pasado día 12 me llamaron por teléfono para confirmarme la operación (cogió la llamada un compañero de trabajo porque el móvil no lo oigo ni con el altavoz) . Mientras todos en mi entorno estaban nerviosos yo gozaba de tranquilidad absoluta: no me son desconocidos los quirófanos debido a que en mi juventud trabajé durante 4 años como Técnico en Electromedicina por lo cual profesionalmente los visité muchas veces y tuve la oportunidad de ver varias operaciones "en directo". Eso sí, no es lo mismo ser protagonista de la historia que mero espectador. Mi mayor preocupación no era la intervención en sí, sino la de la posibilidad de coger un "bicho raro" en el quirófano, ya que por mi antigua profesión sé que eso es más factible de lo que parece.
El martes 18 ingresé en el hospital y la única recomendación que me hicieron fue de que no tomara agua a partir de las 11 de la noche. A media tarde vino la peluquera a rasurarme alrededor de la oreja y lo hizo menos de lo que debiera, pues ahora veo que durante la intervención me cortaron un poco mas de pelo de lo que lo había hecho ella. Al día siguiente, a las 8 AM, me dieron una pastilla (puedo adivinar que era un sedante) y diez minutos más tarde me llevaron al quirófano. Como digo mi tranquilidad era total, ya que tenía plena confianza en el equipo que iba a realizar la intervención. Cuando desperté eran las 16,30 h, la intervención había durado 5 horas y otras tres y media que había estado roncando a pierna suelta. Por lo visto hubo un pequeño contratiempo "técnico" a la hora de probar la integridad de todos los canales, pero de esta circunstancia ya me enteraré por la Dra. a qué fue debido, cuando vaya a quitar los puntos el próximo lunes .
Ese día no pude ver el vendaje que me pusieron "tipo turbante" debido a que no me dejaban levantarme de la cama. Y el caso es que ni tenía mareos ni me dolía gran cosa la zona de la intervención; aunque sientes molestias son más psicológicas que reales.
De jueves ya me levanté temprano (a las 5 AM: siempre fui madrugador) y estuve dando un paseo por el pasillo para ver si notaba "algo raro" pero nada: estaba como si la operación se la hubieran hecho a otro. Horas más tarde me tuvieron revisando la herida y me dijo el médico que esa tarde me harían una radiografía, y que si estaba bien al día siguiente me darían el alta.
De viernes, a media mañana, vino a verme la Dra. que me operó (encantadora), y me dijo que todo había salido perfecto, que cuando viniera el médico le pidiera me enseñara la radiografía donde se ve el implante, cosa que hice cuando se presentó este. Me prepararon los informes de la intervención y de enfermería y después de comer me dieron el alta.
El trato en el hospital, exquisito, por parte de todo el mundo. No me encontré nada más que con profesionales que, aparte de realizar bien su trabajo, trataban de agradar. Doy fe de que lo hicieron de forma sobresaliente
No sentí, ni siento, ninguna de las molestias que se supone puedes tener al pasar por este trance: Parálisis facial, pérdida del gusto, mareos y etc. Lo único que ahora tengo algún acúfeno "de vaivén" que antes no tenía, pero espero que sea pasajero
Desde esta experiencia puedo decir a aquel que esté pendiente de la operación que no tenga temor alguno: yo habitualmente lo paso peor en el dentista, que debe ser medio mago: hay días que me hace levitar en el sillón...
Como digo dentro de 3 semanas me "activan los canales". Entonces ya os contaré qué mundo nuevo se abre a mi oído.
Un saludo hasta entonces.
Gabino

domingo, 19 de mayo de 2013

Cocleación de Ana Pilar

Todo empezó cuando me propusieron que me pusiera un implante coclear pues llevo audífonos desde los 18 años, y hace cosa como de un año he perdido audición brutalmente en los dos oídos por igual.
Mi otorrino particular y mi audoprotesista de Gaes me propusieron como candidata y me hicieron todas las pruebas en la seguridad social, como tenía los dos oídos parecidos eligieron el derecho por aquello de que soy diestra y el manejo iba a ser más fácil.
Me dijeron que tardarían en llamarme año y media, dos años puesto que había mucha lista de espera así que me lo tomé con calma, hasta lo llegué a olvidar.
Un buen día, y no habiendo pasado ni 7 meses, estaba yo trabajando y veo que tenía un montón de llamadas perdidas de números extraños, de mi madre, de mi casa y de mi hermana. A la hora de comer llamo a mi madre y me dice te operan el miércoles que viene y yo ¿ quéééééé? Pero si eso es dentro de 4 días!!!! Así que así fue… estuve esos 4 días muerta de miedo, buscando por internet (donde encontré este foro que me tranquilizó mucho), hablando con la gente y sobre todo llorando mucho.

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Finalmente ingresé el día 5 de marzo a las 6 de la tarde en el hospital universitario Lozano Blesa de Zaragoza, donde al poco de entrar en la habitación me hicieron unos análisis para comprobar que todo estaba en orden, y vino una chica a raparme la zona que iba a ser operada. Para mí eso era un trauma enorme, y me eché a llorar. La chica muy amable me trató con mucho cariño me explico que no se iba a notar nada y mientras me iba quitando pelo, Cuando acabo me llevo al espejo y efectivamente no se notaba la zona donde me había rapado, bueno yo sí lo notaba pero había que fijarse mucho mucho.
Me dieron de cenar y pedí una pastilla para dormir porque estaba muy muy nerviosa ( era la primera vez que me operaban). Me dijeron que a partir de las 12 no podía comer nada ni beber agua porque tenía que estar en ayunas para la operación.
Al día siguiente me despertaron muy temprano, me tomaron la temperatura y me cambiaron la cama y pijama limpio. Vino mi familia y mi novio y me trajeron regalitos y flores para que me fuera contenta al quirófano.
Lo poco que recuerdo es ver una sala muy grande llena de médicos y enfermeras con trajes de operar y que unos cuantos se me acercaron a ponerme un gotero, y a ponerme un tranquilizante que poco a poco me dejaría aturdida. Recuerdo que una enfermera me hablaba y decía cosas pero yo iba sin audífonos y no le oía nada… Lo siguiente fue verme dentro de la sal donde me iban a operar, rodeada de mucha gente y que me hicieron respirar por un tubo, no duré ni 3 segundos, me dormí.
De ahí me desperté muy aturdida al lado de gente en camillas y conectada a un montón de aparatos, yo pensé: -jo! Aún no me han operado que lata!
Pero en seguida note como dolor en la zona de la cabeza y pesadez, mucha pesadez… me lleve como pude la mano a la cabeza y noté que tenía como un vendaje que me tapaba toda la oreja derecha y una especia de diadema que me rodeaba la cabeza… en seguida se acercó una enfermera a la que pude leerle los labios que si estaba bien y que pronto me subirían a la habitación.
No sé cuanto rato estuve, pero al rato me subieron a la habitación con mi familia.
Ya allí tuve que esperar unas horas para poder beber agua y levantarme.
Lo que note fue mucho aturdimiento y mareos… muchos mareos….
Estuve dos días ingresada, sin ningún problema.
La verdad no sentí mucho dolor en la zona operada, lo único malo eran los mareos al incorporarme y la molestia del vendaje en sí, que yo para eso he sido muy quejica. La recuperación en general fue muy buena.
Agradezco profundamente haber encontrado este blog, puesto que me ayudó mucho los primeros días, y se agradece tener a gente en el día a día en tu misma situación y ver como afrontan con valentía y humor los problemas de cada día.
Gracias a Pepe por demostrar que con esfuerzo y humor se puede llevar una vida totalmente normal.